Tuesday, September 07, 2021

Stan Lee (1922 - 2018): Requiem


Cuando de niño la vida se ponía muy fea o muy difícil escapar de ella era relevantemente sencillo; bastaba con llegar a mi cuarto y acostarme boca abajo en el piso para alcanzar la caja que tenía bajo mi cama con mi colección de comics. En cuestión de segundos me transportaba al universo Marvel, creado en gran medida por el ahora difunto Stan Lee.


Aunque Stan Lee  es reconocido por la creación y co-creación de algunos de los súper héroes más icónicos del mundo contemporáneo me parece que su más grande logro fue re lanzar y revitalizar la muy lastimada industria de los cómics a partir de los años sesenta; ya que después de su época de oro en los años cuarenta este sector se vio amenazado por un frente  conservador. 


En 1954 una comisión del senado estadounidense acusaba a los editores de libretas de inculcar principios amorales e incentivar la delincuencia entre la juventud. Uno de los principales argumentos fue tomado de un ensayo académico del Dr. Frederick Werhtham, psiquiatra, titulado “ Seduction of the Innocent”  éste argumentaba que los cómics fomentaban la homosexualidad. Aunque nunca se formalizó una legislación, la industria optó por auto censurarse y las ventas cayeron hasta en un 70%.


En 1961 Stan Lee y Jack Kirby, desafiando el sistema estadounidense lanzan al mercado la historieta The Fantastic Four , la cual fue un éxito inmediato. Este éxito fue seguido por otros títulos y en 1962 la icónica creación de Stan Lee y Steve Ditko: The Amazing Spiderman. La clave del éxito de esta nueva generación de súper héroes fue la profundidad psicológica de los personajes, sus debilidades de carácter, sus inseguridades; rasgos muy humanos para los súper héroes de ese momento. Rasgos de cualquier niño o adolescente.


Conforme fue avanzando el universo Marvel  también lo fue su complejidad  narrativa. Al estar constantemente incluyendo nuevos personajes a sus libretas y que estos tengan aventuras compartidas, ya no bastaba con leer el comic de un personaje, tenías que leer varios para no perderte en el trama. Este formato no lineal convirtió al lector en un productor de significado y no un lector pasivo. Éramos, de cierta manera, una personaje más en ese universo.


Aunado a la innovación narrativa que Lee implementó en el universo Marvel, también es relevante la temática que a través de sus libretas llegó tratar. A la par de Marshall McLuhan y otros los grandes pensadores de la época; desde 1963 Marvel comenzó a explorar la relación del ser humano con la tecnología. Dos personajes clave en este cuestionamiento filosófico son Tony Stark y su relación son su traje de Iron Man y el robot Ultron, tecnología que fue creada para proteger el mundo pero que casi acaba destruyendo. 


Esta mirada a la tecnología como una “extensión del hombre” lo


gró que estudiosos y académicos de la comunicación tomaran a los comics como un medio digno de estudiarse. Junto con otras historietas con esta temática Lee ( junto con Tony Stark) nos obliga a reflexionar ¿el desarrollo de la tecnología es la única manera de evaluar el avance del hombre?  


Stan Lee creó mucho más que un imperio editorial, creó de las primeras redes sociales: la red geek. Como niño bastaba con ver a otra persona con una copia de The Amazing Spiderman o The Incredible Hulk  bajo el brazo para tener la confianza de acercarte a el o a ella y preguntarle ¿ya leíste la edición especial de Spiderman vs Wolverine?  -Claro- , respondían, -pero Hulk le gana a los dos-. Con ese breve diálogo sabías que eras parte de algo, que quizás no tenias lugar en el equipo de fútbol, pero tenias lugar en el universo Marvel.


¡Excelsior! Señor Lee. Gracias por darme un lugar en tu universo. Te ganaste un lugar eterno en el nuestro.

Tuesday, June 08, 2021

Mi historia con el baile


And if I had the chance I'd ask the world to dance
and I'd be dancing with myself.
- Billy Idol



Pareciera una obviedad que la historia de un individuo con el baile fuera intrínsecamente ligada con su historia con la música, sin embargo, como persona sorda, que ya casi no puede escucharla, me encuentro bailando más de lo que uno se imaginaría. Esto me ha llevada a preguntarme ¿por qué baila uno? Si bien la música facilita el movimiento del cuerpo, uno también puede bailar en completo silencio – frente al espejo – celebrando su admisión en un club muy selecto del cual eventualmente se arrepentiría haber entrado.
La primera vez que recuerdo haber bailado fue de niño; baile junto y frente a un pato de nombre Sigfrido. Él estaba confinado o condenado, depende de tu punto de vista; a vivir en el lago del Bosque de Chapultepec. Cuando Sigfrido se me acercó y comenzó a rebotar frente a mí ondeando frenéticamente sus alas me uní a lo que yo interpreté como un baile; comencé – sin música y probablemente sin ritmo – a entablar un baile inter-especie. Fui feliz.
Otro hito en mi historia con el baile fue cuando Michael Jackson lanzó el sencillo y el video de Thriller en MTV en los ochenta. Lo vi por primera vez con mi hermano Teodoro y mi impresión fue de terror; la cara (aún de pigmentación oscura) de Jackson y sus zombis me quitaron el sueño por varias noches; sin embargo, la repetición lleva a la normalización y después de ver el video numerosas veces me enfoqué más en aprenderme el “pasito zombie”, con el hombro tieso y brazo colgado y el posterior alzado de manos de lado a lado.
Hoy en día, espontáneamente, sin música y sin que nadie me vea replico el paso en la soledad de mi casa o frente a mi perro que inmediatamente me lanza una mirada inquisidora que asumo es juicio. ¿Sabrá que Jackson era pedófilo y a pesar de esto seguimos deleitando en su genialidad musical? Hace poco hice el intento de cancelarlo de mis listas de reproducción, pero sentía que al hacerlo estaba cancelando mis memorias, no la memoria de él; cosa opuesta a cuando cancelé de mi vida la obra de Woody Allen, por las mismas circunstancias. El porqué uno sí y el otro no es materia digna de una reflexión filosófica, la cual no es el objetivo de este escrito.
Uno no puede hablar del baile sin reconocer su poder afrodisiaco; esto fue la lección que en 1990 me inculcó Johnny Depp en su terrible pero apreciado musical Cry Baby. Depp, un chavo rebelde, hillbilly y vagabundo, enamora a Allison al ritmo de su guitarra y con el movimiento elviseano de sus caderas – mismo movimiento que yo reproducía por años en las pistas de baile e incluso tomando el escenario en diversos karaokes.
Aunque nadie – nunca – me ha congratulado por mis pasos de baile cuando imitaba a Depp que en su turno bailaba como Elvis; me sentía un poco más atractivo. Hoy en día recuerdo que pensaba que me sentía más sensual bailando como Depp que en su turno bailaba como Elvis y me siento un poco más ridículo; pero sentirse y saberse ridículo y seguir haciendo lo que uno sabe que es ridículo le da a uno cierta libertada que jamás le va a dar el conformismo. ¿Quizás eso era el gran mensaje que el personaje rebelde de Depp nos quiso transmitir en la no tan famosa y nada aclamada película Cry Baby? La cual amo pero jamás recomendaría aunque estoy seguro que le disfrutarían bastante si no les importa hacer el ridículo.
Aunque penoso, fue divertido. Los noventa y los bailes coreografiados empezando con la Macarena, pasando por “uy mai mai” (¿qué es mai mai?), bailando al ritmo de Fey (mi amada media naranja), La Onda Vaselina que a la hora de haberles detonado un par de granos, de cambiarles la voz junto con la pubertad, se volvió 0V7 y desde luego toda la selección de zoofilia musical pasando por Caballo Dorado, Los Tucanes de Tijuana, Bronco, el venado y el tiburón.
Si bien ninguna de las canciones y grupos previamente mencionados serían incluidos en las playlists que enviamos en cápsulas al espacio para presumir el desarrollo cultural de la humanidad, sí cumplieron con su cometido de generar gratos recuerdos en la a veces borrosa memoria colectiva de grupos de amigos. Sin embargo, ahora que lo pienso, si pudiéramos lograr incluir el Bidi Bidi Bom Bom de Selena en una misión de contacto intergaláctico, quizás nuestros amigos extraterrestres llegarían de mejor ánimo a nuestro planeta y con ganas de rumbear y no colonizar.
Cuando a los 22 años me quedé casi completamente sordo, pensé que jamás me iban a dar ganas de bailar otra vez, sin embargo, mi teoría me duró muy poco pues ante cualquier logro o buena noticia me encuentro haciendo solo y sin espectadores mi “baile de la felicidad”; el último que hice fue hace dos días al ver fotos de mi sobrinita recién nacida.
Bailar para mí se trata de ser, no hacer. No es una externalización de una emoción; es fusionar tu cuerpo con ella. Amor, lujuria, enojo, emoción; todas estas emocionas ocupan un espacio cuando se baila; pasan de lo metafísico a lo material; redime la carnalidad y le resta la banalidad al cuerpo.




Wednesday, April 03, 2019

Batman: 80 años


El inicio

La primera aparición de Batman fue en mayo de 1939 en el número 27 de Detective Comics. Batman nació como respuesta de mercadotecnia e ideológica a Superman, quien había debutado con tremendo éxito en junio de 1938 en el número 01 de Action Comics, casi un año antes.

En sus orígenes, el Superman creado por Jerry Siegel y Joseph Shuster, era una manifestación del socialismo americano; compartía aquel espíritu que el tramp de Charlie Chaplin utilizó para cautivar a la clase trabajadora en la película Modern Times (Tiempos Modernos). Superman era el héroe surgido de la clase trabajadora: luchaba por la justicia, luchaba de día y sin máscara. Su alter–ego Clark Kent era monógamo. Superman era solitario. Batman fue todo lo contrario.

Batman fue producto de la mente de Bob Kane y Bill Finger. Su creación fue un encargo de Vin Sullivan, editor de Detective Comics, quien buscaba una contraparte para el Hombre de Acero. Kane y Finger  tuvieron tres grandes fuentes de inspiración para la construcción del  Caballero de la Noche. La primera fue la película muda The Bat Whispers (1930), la segunda fue el boceto de helicóptero “Ornithopter” de Leonardo DaVinci y por último, el filme La Marca del Zorro (The Mark of Zorro, 1920).

Así nació Bruce Wayne (Bruno Díaz), joven capitalista multimillonario (heredado) y mujeriego de abolengo comienza su lucha nocturna. Batman portaba máscara, lo alimentaba su sed de venganza y era acompañado de Robin, el joven maravilla.  Lo único que tenían en común estos dos titanes era su fetiche por utilizar su ropa interior sobre sus mallas.

La evolución

La evolución de Batman ha sido una constante en los últimos 80 años. A través de las páginas de historietas, programas televisivos, pantallas de cine y consolas de video juegos, Batman ha adoptado distintas actitudes, figuras  y paletas de colores que van desde el oscurantismo del filme noire hasta el exuberante arte pop de Warhol y Lichtenstein.

En su origen, tanto Batman como Superman nacieron para apaciguar y dar esperanza a una sociedad estadounidense azotada por una gran depresión y desgarrada por una Segunda Guerra Mundial. Mientras las tropas se encargaban de Hitler; Batman y Superman se encargaban de las cosas en casa.
El primer giro de imagen para Batman ocurrió en 1966 cuando Adam West( Q.E.P.D.) portó el Batitraje psicodélico sesentero. Con esto, Batman se volvió institucional, era un tipo correcto, bien hablado que igual salía de día que de noche; y con un  sentido de humor muy particular. Batman se portaba como el ideal del buen ciudadano estadounidense.

Esta tendencia siguió hasta que el buen estadounidense se tuvo que ir a la guerra de Vietnam. Dados estos hechos históricos, el público ya no veía con los mismos ojos los chistes de West  y ese comportamiento tan institucionalmente americano. El 14 de marzo de 1968 se estrenó el último capítulo de esta serie de Batman. Junto con el Batman de West también murió un cierto imaginario social de lo que significaba, hasta aquel entonces, ser un buen estadounidense.

Tras la guerra de Vietnam pasaron casi veinte años, una generación  completa, sin que Batman tuviera un rol significante en la cultura norteamericana. No fue  hasta que un joven llamado Frank Miller lanzara en 1986 la legendaria novela gráfica The Dark Knight Returns, una historia en la cual un Batman de 60 años sale de su jubilación para rectificar el rumbo de Ciudad Gótica.

En este episodio Miller rescata la esencia obscura de Batman y la sitúa en un futuro ficticio en donde la nación americana seguía bajo la tutela del Presidente Reagan ¿La batalla final? Contra un Superman cooptado y vuelto agente del poder. Una saga extraordinaria. Poco después, en el mismo tenor que la obra de Miller, un artista llamado Alan Moore lanzaría The Watchmen.

El furor y decadencia de los 80´s, década que vio nacer obras como la de Miller, la de Moore y cine como Wall St.; Raging Bull, Blade Runner y Robocop logró revitalizar a los súper héroes en general y a Batman en lo particular.  A finales de la década Tim Burton lanza su visión de Batman, diametralmente opuesta a la de Adam West.  

Gracias a la época y a la visión de Frank Miller, Batman volvió a la obscuridad y, salvo  dos películas fallidas (con Val Kilmer y George Clooney)  allí permanecerá.  Las más recientes producciones de Christopher Nolan, particularmente Batman: The Dark Knight con Heath Ledger como un Guasón inolvidable, son un tributo monumental al lado oscuro del personaje. De las películas de Zack Snyder que se inspiraron en la novela gráfica de Miller (Batman Vs. Superman), mejor nos olvidamos.

Legado

Irónicamente, el héroe que nació como una expresión auténtica y esperanzadora de la clase trabajadora Estadounidense, Superman, es que el que hasta el día de hoy ha sido cooptado ideológicamente por el “establishment” norteamericano. Gracias a esta cooptación, perdió relevancia. En contraste, el que nació como un producto mercadológico fue el que se les salió de las manos o mas bien, les fue arrancado de las manos por sus seguidores.

Batman, quien nació como una manera de justificar la existencia de los poseedores de los grandes capitales, les dio la espalda. En sus inicios era un playboy rico que fue víctima de las clases bajas; su conceptualización original fue que este artistócrata iba a proteger a los pobres de ellos mismos. Hoy en día Batman es un estandarte de los males del capitalismo desenfrenado que lo vio nacer.

Los males de la Ciudad Gótica son los males de la polarización social. La actitud disoluta del Guasón resalta la falta de una brújula ética en nuestra sociedad, la  esquizofrenia de Dos Caras la polarización, la cleptomanía de Gatúbela la desesperación,  todos y todas síntomas del entorno económico neoliberal.



Monday, November 25, 2013

La chica de los calzones rojos

Levantó la cara de entre sus brazos, sus ojos seguían rojos y sus cachetes húmedos de tanto llorar.Tenía el recorrido de las lágrimas en su rostro; tatuaje de ese amor que vino y se fue con la misma intensidad, con la  misma brevedad.

Se levantó de la mesa.

La niña fue caminando a la cocina para asaltar el refrigerador. Caminaba letárgicamente. Arrastraba sus pies envueltos  por unas pantuflas peludas de garra de oso. Iba en sus calzones de encaje rojo, se los había puesto para sorprenderlo. Arriba traía una camiseta gris, de esas que se caen de un hombro, era su favorita. No sabía por que era su favorita, ni se acordaba como se hizo de ella,  pero un día que se sintió mal, apareció y al ponérsela se sintió mejor.

Llego al refrigerador. Lo abrió. Se quedo varios minutos mirando fijamente sus entrañas, casi hipnotizada por la luz blanca. Su mente salió de su cuerpo, solo volvió cuando sonó la fastidiosa alarma que te indica que cierres la puerta.

Cerró la puerta.

Vio su reflejo en el  laminado de acero inoxidable. Tan chula que se veía en sus calzones rojos. Sonrió entre su tristeza y la volvió a abrir el refrigerador.

Tortillas, queso, aguacates, frijoles, aquellos yoghurts que te hacen ir al baño. Había de todo pero no decidía.

Sabía que quería algo, pero no sabía que quería.

Sunday, November 24, 2013

La chica de las rodillas raspadas.

Nadie se daba cuenta que ella tenía las rodillas raspadas. Era tan deslumbrante su belleza que uno no se fijaba en aquellos detalles. La tendencia generalizada era perderse en sus ojos, o en sus sonrisa, o en aquellas curvas que desviaban la mirada hacia la imaginación. Sin embargo, la innegable y cruel realidad es que tenía raspaduras a lo largo y redondo de sus rótulas.

Un día, cómo cualquier otro, que la observaba como de costumbre; me di cuenta de esta desgracia. Al contrario de lo que uno podría imaginar, me pareció más hermosa aún. Esas raspaduras eran prueba de su mortalidad; de que pudiera ser tocada, besada y lastimada. Daban fe de que había vivido, amado y sufrido. No era muñeca de porcelana, de esas que sobran en este mundo. Ella era una mujer.


La pregunta que de manera casi obligatoria seguía era ¿por qué? “ ¿por qué las raspaduras?” La respuesta la encontré en un “no me importa”. Lo más relevante es que se levantó. Seguramente aparecerán otras rapaduras en esas rodillas. Seguramente se volverá a parar. Seguramente encontrará a quien se las bese por las noches.

Thursday, October 11, 2012

El chico nuevo ( cuento corto)


En su primer día de clases, en su nueva escuela Lucas portaba pantalones cortos, tenis y una camiseta, que aun holgada, hacía notar una copiosa llantita alrededor de su cintura. Nada de esto sería digno de mencionar si no fuera que  aquella academia de aprendizaje era de uniforme riguroso. Todos los muchachos iban de pantalón café, camisa blanca (de cuello almidonado), suéter beige y zapatos top siders o mocasines. Las chicas portaban un jumper de cuadritos en distintos tonos de café (siempre se las ingeniaban para hacer la falda mas corta). Ese rigor en la uniformidad hasta pudiera confundirse con la antaña escuela comunista, sin embargo, habían ciertas libertades entre los alumnos que les permitía distinguir su nivel  social y jerarquía dentro de la vorágine del patio escolar.

Los machos se distinguían a través de 3 elementos clave. Primeramente, sus relojes. Aunque la gran mayoría portaba aquellos modelos de CASIO con calculadora incluida , uno que otro portaba un Rolex que le había regalado su papá, o un Cartier que le robo a su abuelo senil. Otros, los frustrados, compraban un Citizen que parecía Rolex, esperando que nadie se diera cuenta. Los jodidos traían relojes con logos de empresas , de aquellos que regalan en las cenas de fin de año o en las campañas poíticas.  Lucas no tenía reloj.

El segundo factor de distinción era el cinturón. La gran mayoría tenían cinturones de cuero trenzado, la onda de la época era hacerse un nudo con el restante. Los gorditos, como Lucas, buscaban otras opciones, ya que era demasiado penoso no tener el cacho de cinturón restante para hacerse el nudo. Los riquillos se ponían cinturones con hebillas de marca. La “G” era la mas popular de la época. Había un niño que portaba una “G” inmensa, pero no era de marca, era por que su papa era ranchero y se llamaba Gerardo. Todos sabían esto, pero nadie decía nada, se rumoraba que don “G” era amigo del Señor de los Cielos.

El tercer factor eran las mochilas. Habían aquellos que usaban portafolios de plástico endurecido, estos eran muy útiles para usar como trineos y deslizarse por las escaleras. Otros portaban mochilas al hombro con un sin fin de temáticas. Los “cool” tenían mochilas italianas, rotuladas con la marca Invicta, y cuando estos querían deslizarse por las escaleras, tomaban prestados o a la fuerza, los portafolios ajenos. Lucas, llevaba la mochila que había utilizado el año escolar previo. Era roja.

Los códigos entre las niñas eran mas sencillos. Habían las guapas, la no guapas, y las cabronas. La cima de la pirámide era ocupado por las que eran guapas – cabronas. Luego compartían el siguiente peldaño  las cabronas que no eran guapas y las guapas que no eran cabronas. Las no- guapas que no eran cabronas eran la jerarquía mas baja. Eran como los gorditos sin reloj y sin mochila italiana.

Lo curioso de todo eso, es que en vez de solidarizarse con sus compañeros de jerarquía, como lo hacen los insectos, entre las bases se dedicaban a tirarse mierda para apantallar a los tlatoanis del patio. Muy de vez en cuando, entre las guapas que no eran cabronas, salía una defensora, esto duraba hasta que su novio con Rolex se volvía el agresor.

Lucas no sabía nada de esto, por que el no era de allí. Sus papas eran oriundos del planeta RADD, que quedaba a casi 500 años luz de la tierra. Ellos habían sido enviados a la tierra, de manera inesperada para una misión de la más alta importancia, por ende, no tuvieron tiempo de comprarle a Lucas su uniforme para el primer día de clases, ni Lucas tuvo tiempo para asimilar la cultura terrícola antes de entrar a la escuela. Todo era nuevo para el.

Cuando sus padres lo dejaron en la escuela, le indicaron que a las 8:30 de la mañana sería la formación de los grupos. A el , aparentemente le tocaba formarse sobre un círculo que decía 1-A. Al identificar la zona en donde se tenía que formar, Lucas se quedó orbitando en las inmediaciones, eran las 8:20. Todos lo veían chistoso, nadie se le acercaba. Era el único sin uniforme y sin reloj.

Repentinamente, sonó en el ambiente, 3 fuertes truenos.

– ¡Boom! – ¡Bam! – ¡Sok! –

Lucas averiguo posteriormente que esos sonidos eran cohetes que la iglesia de la comunidad aledaña hacía sonar para celebrar a San Miguel Arcángel, éste , aparentemente era un soldado inmortal, con alas, que había evitado la captura de un reino en las nubes cuando, con una espada, decapitó a un tipo llamado Belcebú, que aparentemente a pesar de su decapitación, sigue vivo. Esa historia le recordó mucho de tatarabuelo Pepe, que lucho en la liberación de RADD.

En aquel momento Lucas era ignorante de esto. Lucas solo tenía como antecedente su formación intelectual en su planeta de origen. Allí sonidos como estos auguraban la inminente llegada de tormentas de meteoros. Por eso, en ese momento, Lucas de manera instintiva adoptó el protocolo de su planeta, y se tiro al suelo , boca abajo, tapándose la cabeza con sus manos. Silencio…

Momentos después, el silencio se rompió con risas incesantes, risas delirantes, risas que provocaban que los y las estudiantes babearan de la boca como perros rabiosos. El los observaba confuso, no entendía por que eran así. La risa se detuvo poco tiempo después, con otro sonido fuerte,  un timbre. Cuando este sonó, tal experimento de Pavlov todos los jóvenes se fueron a formar en sus áreas correspondientes. Lucas se paró, se desempolvó y se formó.

- Tu no vas aquí- Le dijo  una niña, con una voz cariñosa.
– Esta es la fila de las niñas, tu vas allá – apuntaba a una fila paralela.
- Te tienes que formar por altura- Le advirtió sonriente.

Lucas, tan ciscado de cometer cualquier error ni siquiera fue capaz de contestar. Solo la vio e inclino su cabeza para reconocerla y agradecerle su cariño. La niña le sonrió, tenia frenos en los dientes.

- ¡Que castigo tan terrible! – pensó Lucas. – ¡Que habrá hecho!-
Luego averiguo que eran. Luego se los pusieron.

Después de adquirir un uniforme, un CASIO y un cinturón de trenza XXL Lucas logro pasar desapercibido por un  par de meses, esto a el le quedaba bien. Le gustaba mas ver que ser visto. Sin embargo, un día paso lo impensable. Le hablo una guapa – cabrona.

-Lucas- dijo ella.

Lucas no respondió, solo alzo la mirada.

- ¿Por que estas tan gordo?-  reviró la niña.

Al decir esto, muchos otros se rieron, otros tantos se hicieron los que no escucharon nada, y otras dos de sus amigas se acercaron. Una era también guapa – cabrona, la otra, solo era cabrona.

- Es gordo por que se la pasa leyendo- dijo la cabrona.
- Me gusta leer- contestó Lucas.

-Es gordo por que es pobre-  dijo la segunda guapa – cabrona

A pesar de la evidente falla en la construcción del argumente de la segunda guapa – cabrona , Lucas se mantuvo callado y bajo la mirada.

- Contéstale- dijo la guapa – cabrona

Lucas alzo la mirada.  – No tengo nada que decirle-   Bajo la mirada.

Después de esto, el sintió como una flema se azotó en su cara.  Se limpio con un pañuelo de tela que cargaba en su bolsa. Siguió con la cara enterrada en su libro.

A la salida de la clase, los novios de las dos guapas – cabronas , y sus amigos lo prensaron. Le taparon la cara con un suéter, al no poder ver, lo dotaron de una buena cantidad zapes . Le ataron sus manos detrás de su espalda, y continuaron a arrojarlo por las escaleras trepado arriba de uno de esos portafolios de plástico. Al llegar al fondo, se azoto fuertemente contra la pared.  No lloró. Solo se enojó mucho.

Cada miércoles por la tarde, las dos bandas rivales de machos “alfa” jugaban un partido de futbol en la cancha de la escuela. “Los pijos” vs. “La familia”. Iban las dos bandas, sus novias, las que querían ser sus novias, y los machos que querían, eventualmente, ser parte de este élite. Para todos los demás, los miércoles por la tarde era un especie de oasis en donde uno podría circular por la escuela sin el pavor de ser hostigado por ellos.

Después de cada partido, tanto “los pijos” como “la familia” iban a los camerinos de la escuela a bañarse y cambiarse. Posteriormente se unían a sus novias y admiradores e iban a comer a un centro comercial cercano. A pesar de toda su actitud de rebeldes, eran bastante predecibles. 

Ese día, Lucas decidió divertirse. Mientras todos estaban en la cancha, Lucas entro sigilosamente al baño de los  camerinos. Eran mingitorios metálicos.

Después del partido, ya dentro de los camerinos, se comenzaron a escuchar gritos pelados. Agonía en su forma mas pura. Unos hasta salieron al patio, desnudos y llorando. Encuerados y a la vista de toda la comunidad escolar.

- ¡Mi verga! ¡Mi verga! – Gritaban.

De los 22 jugadores cerca de 8 sufrieron esos dolores antes de que los demás desistieran de permanecer en el recinto. Poco tiempo después, descubrieron que algún maleante había conectado un par de baterías de coche a los mingitorios metálicos. Días después, los baños seguían oliendo a pubis quemado.  Los que sufrieron de los toques, caminaban entre sus compañeros, rodillas juntas y cabizbajos. Fueron, literalmente, desnudados. Las guapas – cabronas que andaban con ellos, los cortaron. Las cabronas les inventaron apodos.

Lucas nunca le dijo a nadie que fue el. No le gustaba llamar la atención, pero todos sabían que fue uno de los tantos “desprotegidos” y ellos, sonreían hacia dentro. Sabiendo que tenían un protector.

Un mes después, Lucas se tropezó con las dos guapas – cabronas y la cabrona que lo habían molestado. Estaban molestando a la niña linda que lo ayudo a formarse. Aparentemente, desde que le quitaron los frenos, ella había ascendido a ser guapa, y captó el ojo del novio de una de las guapas- cabronas. Lucas las descubrió asaltando a la niña linda para robarle sus tampones. Esto, para que ella pasara penas en su periodo.

- Ayúdame- dijo la niña linda.

Lucas no chistó. Se enrollo la mangas, y mientras las dos guapas - cabronas y la cabrona lo veían, comenzó a flotar en el aire. Sus ojos se tornaron azules y luminosos, y, en cuestión de segundos, salieron de ellos un potente rayo laser que hizo explotar las cabezas de las dos guapas  - cabronas y de la cabrona.

La niña linda se le quedó viendo, con un poco de miedo.

- Gracias- Le dijo.

-Esa es la pena por ser hijadeputa en el planeta RADD- contestó.

Lucas ya no volvió a la escuela el año próximo. Todos se preguntaban que le sucedió al chico nuevo.