Cuando de niño la vida se ponía muy fea o muy difícil escapar de ella era relevantemente sencillo; bastaba con llegar a mi cuarto y acostarme boca abajo en el piso para alcanzar la caja que tenía bajo mi cama con mi colección de comics. En cuestión de segundos me transportaba al universo Marvel, creado en gran medida por el ahora difunto Stan Lee.
Aunque Stan Lee es reconocido por la creación y co-creación de algunos de los súper héroes más icónicos del mundo contemporáneo me parece que su más grande logro fue re lanzar y revitalizar la muy lastimada industria de los cómics a partir de los años sesenta; ya que después de su época de oro en los años cuarenta este sector se vio amenazado por un frente conservador.
En 1954 una comisión del senado estadounidense acusaba a los editores de libretas de inculcar principios amorales e incentivar la delincuencia entre la juventud. Uno de los principales argumentos fue tomado de un ensayo académico del Dr. Frederick Werhtham, psiquiatra, titulado “ Seduction of the Innocent” éste argumentaba que los cómics fomentaban la homosexualidad. Aunque nunca se formalizó una legislación, la industria optó por auto censurarse y las ventas cayeron hasta en un 70%.
Conforme fue avanzando el universo Marvel también lo fue su complejidad narrativa. Al estar constantemente incluyendo nuevos personajes a sus libretas y que estos tengan aventuras compartidas, ya no bastaba con leer el comic de un personaje, tenías que leer varios para no perderte en el trama. Este formato no lineal convirtió al lector en un productor de significado y no un lector pasivo. Éramos, de cierta manera, una personaje más en ese universo.
Esta mirada a la tecnología como una “extensión del hombre” lo
gró que estudiosos y académicos de la comunicación tomaran a los comics como un medio digno de estudiarse. Junto con otras historietas con esta temática Lee ( junto con Tony Stark) nos obliga a reflexionar ¿el desarrollo de la tecnología es la única manera de evaluar el avance del hombre?
Stan Lee creó mucho más que un imperio editorial, creó de las primeras redes sociales: la red geek. Como niño bastaba con ver a otra persona con una copia de The Amazing Spiderman o The Incredible Hulk bajo el brazo para tener la confianza de acercarte a el o a ella y preguntarle ¿ya leíste la edición especial de Spiderman vs Wolverine? -Claro- , respondían, -pero Hulk le gana a los dos-. Con ese breve diálogo sabías que eras parte de algo, que quizás no tenias lugar en el equipo de fútbol, pero tenias lugar en el universo Marvel.
¡Excelsior! Señor Lee. Gracias por darme un lugar en tu universo. Te ganaste un lugar eterno en el nuestro.